El 5 de agosto de 1962, Marilyn Monroe fue encontrada muerta por una sobredosis de barbitúricos en su casa de Brentwood, California.
Norma Jean Baker (su verdadero nombre) tenía 36 años y dejaba atrás una vida llena de contrastes: estrella adorada por millones de personas alrededor del mundo, lidió con innumerables problemas psicológicos y emocionales que ella misma atribuía a su infancia y, en menor medida, al peso de la fama.
El documento compartido públicamente por la Policía de Los Ángeles determinó que la causa de la muerte se debió a una sobredosis de barbitúricos. Su solitaria muerte de madrugada desató múltiples rumores y teorías conspirativas que perduran hasta hoy.
