San Cayetano, a quien hoy los católicos veneran en su día como santo patrono del pan y el trabajo, nació en Vicenza, Italia, el 1 de octubre de 1480. Hijo de una familia noble, Cayetano ayudó a enfermos en estado de extrema gravedad, estableció una orden de clérigos regulares y bregó por la reforma de la Iglesia Católica.
Cayetano de Thiene se distinguió por su asiduidad en la oración y por la práctica de la caridad para con el prójimo. Murió en Nápoles el 7 de agosto de 1547.
Este día, miles de fieles se acercan a las iglesias que lo veneran para recordarlo, pedirle y agradecerle por pan y trabajo. En su figura se lo ve sosteniendo al niño Dios en sus brazos.