Nanci Dejón es la titular de almacén NAOLI y dialogó con nuestro medio sobre cómo hacen los negocios de cercanía para absorber aumentos, trasladarlos, no perder clientes y resultar competitivos ante los grandes supermercados, en épocas de procesos inflacionarios.
«Nosotros hacemos equilibrio; llegan proveedores con aumento dos veces por semana y otros, con aumentos cada 10 dias. Los aumentos van del 10 al 15% por mes y ante esto, la gente tiende a comprar segundas marcas. Lo que más aumentó es la cerveza, la gaseosa, la carne de cerdo y vacuna.»
«La gente compra en la semana mucho menos, sólo la comida del día: carne picada, algo de puchero, fideos (la mayoría de segundas marcas) y el fin de semana se da un gustito y compra algo más, como el asado. Entre semana se compra lo justo y necesario y los sábados y domingos algún pan dulce, torta u otro gustito.»
Sobre las cuentas corrientes, Nanci expresó que es difícil darle «fiado» a todo el mundo o tener una libreta que se abona una vez al mes, como era antes. «A los negocios chicos se nos complica anotarle mucho a la gente, porque necesitamos el efectivo para pagar a los proveedores y si no tenés plata, los proveedores no te bajan la mercadería. De todas maneras alguna libreta, para la gente del barrio que conocemos, hay y ellos pagan una vez a la semana, sin que pase tanto tiempo, para darle una mano a la gente, acá nos conocemos todos.»
«Mucha gente decide comprar en almacenes, porque tenemos buenos precios, tenemos un buen lugar, con un barrio grande. Otra ventaja es que trabajamos de lunes a lunes con un horario más amplio», concluyó la comerciante.