El 1 de octubre de 1946 finalizó en la ciudad alemana de Núremberg un macrojuicio contra dirigentes nazis por crímenes contra la humanidad que tuvo en vilo a todo el planeta. De las 4.850 peticiones de procesamientos individuales que fueron solicitadas, finalmente se acusó a 611 personas. Las penas fueron desde la absolución de algunos de ellos hasta la pena de muerte.
Concluidos los Juicios de Núremberg, las cuatro potencias representadas por Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Soviética y Francia concedieron cuatro días a los acusados para presentar alegaciones. Aunque todo se trató de un puro formalismo ya que los Aliados habían pactado no conmutar ninguna pena de muerte, ni tampoco reducir los años de cárcel del resto de los acusados.
El Palacio de Justicia de Núremberg había sido escogido para albergar estos juicios por tres motivos: por su simbolismo ya que fue el lugar donde el partido nazi concentró a más público durante sus mítines, por ser el lugar donde se promulgaron las Leyes Raciales contra los judíos en 1935 y por ser el único edificio de este tipo que quedó intacto en Alemania.
Fuente: National Geographic