Si hay una Fiesta Patronal que tiene su propia mística es la Fiesta Patronal de “SAN JERÓNIMO” en San Jerónimo del Sauce.
Allí donde viva un “saucero” se siente familia con el otro del mismo terruño, se siente parte de una comunidad, unida por lazos invisibles de Fe y Fraternidad indestructibles.
La fecha 30 de Setiembre tiene un simbolismo imposible de describir con solo nombrarlo, recorre todas las fibras del cuerpo y del espíritu, y moviliza todos los mejores sentimientos y recuerdos.
Este encuentro familiar y comunitario del “30 de Setiembre“ es un pacto, una alianza tácita, que se hereda y va pasando de generación en generación.
Esta es una celebración que surge sola y que tiene fuerza convocante por sí misma. No hay que crear ambiente, no hay que quitarle ni agregarle NADA. Solo es necesario ser dóciles y fieles a la Fe en Dios como Padre Providente, a su Hijo Jesucristo y al Espíritu Santo que nos dio como Patrono, Protector y Modelo de vida Cristiana a SAN JERÓNIMO.
Otra razón para esta unión puede encontrarse en lo siguiente: No es un pueblo que se estableció y luego eligió a su Patrono; sino que, San Jerónimo del Sauce surge en torno a la Imagen que representa al santo y de quien toma su nombre.
¿Cómo no ver estos signos de la presencia de Dios que se manifiestan con tanta evidencia? Para vivenciarlos solo se requiere mentes y corazones dispuestos para recibir esas señales con buena voluntad y llevar a cabo las obras propias que buscan el bien de los demás.
Autor: Rodolfo Vigetti
