El 28 de noviembre de 2016 se produjo el accidente del avión que trasladaba al Chapecoense. El equipo brasileño viajaba para jugar la final de la Copa Sudamericana de fútbol ante Atlético Nacional. Los sueños se estrellaron a pocos kilómetros del aeropuerto de Medellín.
El vuelo partió desde el Aeropuerto Internacional Viru Viru (Bolivia)con 68 pasajeros y 9 miembros de la tripulación. Sólo sobrevivieron 6 personas.
Con el tiempo, se conocieron detalles de la ineficiencia de Lamia, la aerolínea responsable,
El informe final de Aeronáutica Civil de Colombia (2018) destaca que la empresa LaMia «no cumplió con los requisitos de cantidad mínima de combustible exigidos en las normas internacionales, pues no tuvo en cuenta el combustible requerido para volar a un aeropuerto alterno, el de contingencia, el de reserva, ni el combustible mínimo de aterrizaje».
La fecha quedó como un símbolo de unión en el deporte mundial: la Copa fue entregada al club, que además de perder a casi todo su plantel también se quedó sin parte de su dirigencia. Los homenajes se multiplicaron en todas las canchas del planeta.
