Norberto Iglesias tiene 78 años, trabaja en Molino Matilde y cumplió 60 años ininterrumpidos dentro de la empresa. En diálogo con La Voz brindó detalles sobre sus inicios. «Empecé con una cosecha muy grande. Se necesitaba mucho personal. Ingresé el primero de diciembre 1964», comenzó explicando.
«Empecé haciendo planillas de facturación. Roberto Colombo, con el tiempo, me fue enseñando a ser cajero. Sumaba los cheques y hacíamos la caja con la máquina de escribir. Cuando no había pavimento me mandaban al Banco, por lo que tomaba el tren a la mañana, me iba hasta Santa Fe y luego a San Carlos. Volvía de noche con todos los papeles hechos. Era un momento en el que no había mucha comunicación», recordó Norberto.
Sobre la mejor característica de su trabajo declaró: «Sin lugar a dudas es el compañerismo. Pase por cuatro generaciones de la familia y nunca tuve inconvenientes con nadie. Molino Matilde es una familia y eso se nota».
Recordando el peor momento que le tocó atravesar, Norberto explicó que fue la época de la convocatoria de acreedores. «Veníamos a trabajar y no sabíamos si al otro día teníamos que volver. Pero nos unimos, trabajamos y lo sacamos adelante».
Finalmente mencionó que aún sigue trabajando para mantener su mente ocupada. «Mientras los patrones me aguanten y la mente me dé para venir, seguiré estando. Molino Matilde para mí es todo. Le debo mi vida, mi posición. Soy feliz acá».
