Raúl Frigeri acompaña, desde hace un tiempo, a personas no videntes en diferentes competencias. En esta oportunidad se trata de una competencia bochófila. «En 2012 conocí el deporte. Desde ese momento me vinculé con las bochas. Todos los años se realiza un torneo a nivel nacional de bochas para ciegos», comenzó explicando.
En esta competencia Raúl acompañó a Yoli Roldán, una mujer de 89 años no vidente a quien conoce de los torneos que viene organizando desde hace tiempo. «Me llamó pidiendo que la acompañe y no pude decirle que no. Con su edad, con el calor que hacía, que espíritu. Llegamos a la final pero tuvimos que abandonar porque ya no se sentía bien. Era demasiado el calor que hacía, no se sentía estable y ya no podía caminar bien», detalló.
Sobre lo que lo mueve a realizar este tipo de acciones y acompañar a personas no videntes, Raúl mencionó: «Empecé a ver lo que antes no veía. Uno piensa que lo ve todo, pero al vincularnos con personas no videntes nos damos cuenta de cuántas cosas nos perdemos realmente. Hasta aprendí a cocinar con el oído. Es algo único», concluyó.
