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Diego Fournell: carta abierta a la comunidad de Matilde

A continuación compartimos la carta abierta enviada a nuestro medio de comunicación por parte de Diego Fournell, para su publicación:

La población de mi localidad me dio el honor de dirigir durante 4 años los destinos de la misma y, observando algunas situaciones, me veo en la obligación de hacer una serie de consideraciones. No es con el fin de criticar al Ejecutivo actual, sino de reflexionar sobre las prioridades que tienen quienes rigen los destinos de nuestra Comuna.
No cuestiono la transparencia de los actos de gobierno, solo pretendo poner en discusión si en realidad vale la pena seguir desprendiéndose de nuestro patrimonio, por un fin que, a todas luces, no es prioritario.

Hace algunos meses, el Pte. Comunal expresó que el objetivo estaba en poner en valor el Boulevard y, por ende, se necesitaban recursos para realizar la obra de cordón cuneta e iluminación, entre otras cuestiones. Lucas Saldaño expresó que se iba a realizar una reunión, donde informaría las características de la obra y que los matildenses conozcamos y opinemos sobre el plan que demandaría más de 150 mil dólares.
Para ello, planteó la necesidad de vender fracciones de terreno en un pueblo donde los lotes no abundan, todo lo contrario, son escasos.

Más allá de que estamos aun esperando la reunión pública, donde se puedan escuchar todas las voces, vale preguntar: ¿La urgencia del pueblo pasa por embellecer ese espacio físico? Pregunto esto públicamente, por que todavía tenemos calles sin ripio, sin cordones cuneta y con vecinos que se embarran para ingresar a sus domicilios. Donde hace casi 1 mes no tenemos ambulancia, 1 mes sin camión de riego, donde las maquinarias para trabajar diariamente están destrozadas, donde no tenemos camión compactador de residuos (2 años fuera de servicio) y se junta la basura con carros, donde se caen las bolsas, donde no hay más transporte para trasladar a los habitantes de nuestro pueblo por que se vendió (como otras tantas maquinarias y vehículos), entre otras necesidades imperiosas, que parece que no se ven.

Esto es algo así como si en nuestra casa el techo está destrozado y con gotera, donde ninguna grifería funciona y las aberturas se caen a pedazos y nosotros estemos pensando en hacer una pileta. Si alguien me dice: «Vendamos para una obra de gas o cloacas», acompaño y aliento a la realización porque sería de relevancia para toda la localidad. Pero no desprendernos de nuestros bienes para la «Urbanización del Boulevard».

En tiempos donde se debe cuidar el recurso, nosotros nos desprendemos de tierra (un bien irrecuperable) y nos quedamos con menos terrenos para hacer, entre otras cosas, viviendas como las que conseguimos en nuestra gestión y Lucas está materializando. Estamos sellando a futuro la dificultad de tener su vivienda propia a tantos habitantes los cuales se les hace casi imposible acceder sin la ayuda de estos planes de viviendas.

No nos olvidemos que ya vendió la Comuna, en la actual gestión, 4 fracciones de tierra (en una de las mejores ubicaciones) para realizar una obra de instalación de cámaras, que todavía ahora nos preguntamos ¿cuán relevantes fueron en función de la cantidad? ¿Cómo están funcionando?, porque durante meses todos vimos los cables colgando.

Esta reflexión me permito realizarla como una declaración de principios, no puedo mirar hacia otro lado ante una decisión que, espero, pueda reverse y pensarse más detenidamente. Las grandes obras no siempre implican montos millonarios, hay obras que se hacen con ingenio, para dar soluciones a una sociedad que tiene urgencias y parece que no se están viendo.

Diego Fournell

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