El 26 de octubre de 1983, cuando faltan cuatro días para las primeras elecciones en diez años, y que habrían de terminar con la dictadura militar, Raúl Alfonsín encabeza uno de los actos políticos más imponentes de toda la historia argentina.
Ante una multitud cercana al millón de asistentes, al pie del Obelisco, el candidato presidencial de la UCR hace un llamado a “ponerle una bisagra a la historia argentina” y consolidar la democracia como forma de vida. Denuncia a los militares que “nos metieron en la guerra y en una represión atroz e ilegal” y propone la reconstrucción del estado de bienestar con su consigna de que “con la democracia se come, se cura y se educa”.
Fuente: Página12