En una noche de verano, un sábado a las 20.49 horas, la provincia de San Juan sufrió la mayor tragedia que recuerda el país.
El terremoto de 7,4 grados de magnitud, con epicentro a 20 kilómetros de la ciudad de San Juan, en las proximidades de la localidad de La Laja, fue percibido también en las provincias Córdoba, La Rioja, Mendoza y San Luis.
Causó unos 10.000 muertos y grandes daños materiales en la capital sanjuanina. Fue el sismo más destructivo de la historia argentina.