En este mes de octubre, la empresa artesanal sancarlina cumple años. Es una industria que pudo sortear todas los vaivenes económicos del país y sostenerse. Había 9 cristalerias artesanales y solo queda la que existe en San Carlos Centro.
Ricardo Gaminara, propietario de la misma, dialogó con La Voz: «Mi papá llegó en abril del ’49 y en octubre de ese año, una vez instalado el horno, realizaron la primera fundición. Lo primero que se hizo fue una copa, se renegó con la materia prima. Pero había conocimiento de lo que había en la ciudad y también de lo que se tuvo que importar, para generar cristal. Los primeros moldes fueron de madera y se fundía entre los 1380 y 1450 grados. Se fundía a fuel oíl, ahora ya es todo a gas».
«En el 50, en plena crisis la empresa se salvó haciendo bolitas a mano, con una máquina que habían hecho los italianos. Cuando la clase trabajadora se convirtió en clase media, fue la época de oro de iluminación e hicimos más de 300 modelos de luminarias», recordó Ricardo y continuó: «Luego llegó la fabricación de copas de 72 piezas, tallado, etc., producto de que la gente podía acceder a esos objetos. Una cristalería en Sur Corea tiene 250 modelos, nosotros pasamos los 16000 modelos de productos. La capacidad de creación de los cristaleros argentinos eran extraordinarios».
La firma llegó a tener 220 trabajadores, hoy tiene 70 y se las ingenia para seguir adelante por la calidad de sus piezas, que son icónicas y valoradas no sólo en Argentina, sino en el mundo. «Hoy el mercado se achicó y nadie invierte en un mercado que se achica, nosotros podíamos traer maquinas, pero no hay mercado».
Cristalería San Carlos, hizo que la ciudad sea considerada Capital Nacional de Cristal y visitada por miles de personas todos los años, generando un recurso económico incalculable que queda en nuestro medio.
¡Felicidades Cristalería!
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