Por Marisa Prina
El 22 de noviembre se celebra el Día de Música, en honor a Santa Cecilia, patrona de los músicos. Esta mártir cristiana fue retratada en el siglo XV por los artistas de la época, interpretando el arpa u otros instrumentos musicales. Por ello se la ha vinculado al arte de la música.
Franco Rizzo es un joven que vive en San Carlos Centro, tiene 20 años, estudia Profesorado de Música en el Instituto Superior de Música de la UNL, integra la Orquesta Filarmónica Aarón Castellanos, compone sus temas y produce sus propios videoclips, adaptándose a las exigencias del mercado actual.
Pertenece a la cuarta generación de una familia de músicos: Juan Rizzo, su bisabuelo tocaba el clarinete; su abuelo, Celso Rizzo es cantante; Jorge Luis Rizzo, su papá, es músico, autor, compositor, director de una orquesta filarmónica.
La cuna de Franco fue la música, se crió jugando entre los instrumentos musicales de la Academia de sus papás, Jorge y Marisol. Así describe su vida, sus gustos musicales y sus sueños.
La música estuvo siempre en mi vida
“Tenía tres años cuando arranqué con el teclado, eran canciones con cinco notas, usaba los cinco dedos. Después me pasé al piano, fui aprendiendo guitarra, batería. Más tarde me animé a cantar, a producir… ahora estoy aprendiendo a tocar el cello. En San Carlos Norte, con la Orquesta Filarmónica Aarón Castellanos, también interpreté con un yunque; era una obra compuesta para yunque y orquesta. El yunque era el solista.
Me cuentan que era muy chiquito cuando aprendí solo a tocar el tema de la película “La vida es bella”.
Equilibrio entre el estudio y la música
Duermo poco, me levanto muy temprano, a las 5.30 hs para ir a la Facultad y me cuesta dormirme temprano. Me levanto de buen humor porque hago lo que siento. Trato de encontrar el tiempo para todo, aunque a veces necesito días que tengan más de 24 hs.
Me gusta escuchar todos los géneros musicales. De todos aprendo. El lunes fui a escuchar la Orquesta de Cámara del Instituto Superior de Música y el martes 15 fui a ver a Los Palmeras. Puedo ir tanto a una peña como a escuchar una banda de rock. En mi último tema apliqué rasgos de Jazz en el Pop (el estilo que más me caracteriza).
Me gusta mucho hablar del amor en mis temas. El amor a un ser querido, el amor a los que ya no están, el amor del mundo, el amor de una pareja. También amar la vida, disfrutarla, celebrarla.
Canto en español, pero ahora también estoy haciendo algo en inglés.
Mis canciones son como hijos y no puedo elegir la mejor. A veces la favorita es la última que compongo.
Soy mi fan número uno porque me gusta mucho escuchar mis canciones, amo escuchar mis canciones, no por egocéntrico, sino porque amo mis temas.
El mejor consejo: Vivir la canción plena. Tener mi mente plenamente enfocada en la inspiración, la composición, la producción…Vivo atento al presente. Me ayuda mucho en todo, no solo en la música. Vivo el momento, vivo el hoy.
Ansiedad antes de una presentación
La ansiedad está presente siempre. Porque uno es el responsable de lo que va a presentar. Soy el responsable de que la banda suene bien, que el público no se aburra, pendiente de mi parte musical, de lo que estoy haciendo. Son muchas cosas a tener en cuenta y los nervios están siempre. Más aun cuando vas pisando escenarios más grandes.
Un sueño cumplido
De chico soñaba pisar el escenario del “San Carlos Canta” para la fiesta patronal. Ese día me sentí lleno, lo disfruté mucho. Estaba muy relajado.
Tengo muchos sueños, pero lo que más me gustaría es llegar al Luna Park. También sueño con viajar y llevar mi música al mundo, aunque hoy, en YouTube, estoy llegando al mundo con mi música, ya que según las estadísticas, gente de Inglaterra, Estados Unidos, Francia, España, Latinoamérica, en general, escuchan mis temas.
La música desde siempre
Me siento músico desde antes de nacer. Mamé la música desde mi gestación. No me imagino haciendo otra cosa”, finalizó Franco.